(…) Quiero hablar de las cosas, por lo que me parece pertinente aclarar ahora mismo, que entiendo lo imprecisa que es la palabra cosa para designar algo y precisamente por esta razón la escojo. Es una elección consiente. Según el diccionario cosa es:
1.
Palabra con que se designa todo aquello que existe o tiene entidad ya sea material o inmaterial, real o imaginario, concreto o abstracto (objetos, seres vivos, pensamientos, sensaciones, emociones, acciones, sucesos, etc.) y que puede ser concebido como una unidad independiente de otra; a menudo se usa en sustitución de una palabra que no se quiere decir o no se conoce.
Elijo hablar de las cosas llamándolas cosas en primer lugar porque la palabra implica límite, separación, una unidad determinada, extraída del resto, y al mismo tiempo, completa indiferenciación respecto a todo lo demás. ¿Qué diferencia una cosa entre todas las otras?. Creo que esta tensión reside en la escancia misma del universo.
Las cosas están separadas; por lo menos en apariencia. Veo el contorno, el limite de cada objeto y a pesar de que por momentos pueda perderlo, como el punto en el que mi taza hace contacto con la mesa y la sombra desdibuja el borde entre ambas; al sostenerla en mi mano, la porcelana y la piel permanecen separadas. De hecho, este contacto seguro, que me resulta frío al tacto, no existe a nivel atómico. Los núcleos de los átomos jamás se tocan; se repelen. Hay un diminuto vacío entre todas las cosas. A niveles superiores, sin embargo, todo existe únicamente por interacción. Por un juego de reacción entre partículas que interactúan sin unirse del todo. Entonces las cosas están separadas en cierta escala pero en otra están entrelazadas profundamente. (…)
- Autor – Germán Benincore
- Editorial – Tormenta ediciones
- Número de Ejemplares – 2